
Evitando la Línea Roja: ¿Cómo gestionar los riesgos legales en nuestras empresas?
En este trabajo, se abordan los fundamentos del riesgo legal; por qué es importante gestionarlo adecuadamente; los tipos de riesgo legal que se manifiestan y se proponen algunas recomendaciones a tener en cuenta. En la bibliografía internacional, se define tradicionalmente al riesgo legal como el “incumplimiento de leyes, normativas y regulaciones de diferente tipo que son emitidas por los gobiernos de cada país y por otras entidades que regulan y controlan el funcionamiento de las empresas”. Este puede presentarse tanto por el desconocimiento de una ley o normativa e particular como por la omisión intencional de esta.
Igualmente, el riesgo legal tiene que ver con el incumplimiento de contratos y acuerdos comerciales con terceras partes. En ambos escenarios, la materialización de este riesgo puede significar multas y sanciones, es decir, pérdidas económicas que pueden llegar incluso a poner en riesgo la continuidad del negocio. Además, en el caso de incumplimiento contractual puede representar demandas que no solo afectarán los estados financieros de la empresa y su nivel de productividad, sino también su reputación y credibilidad en el mercado.
Tiendo en cuenta estos elementos, es necesario que todas las empresas consideren dentro de su matriz de riesgos los que son de tipo legal. En ese sentido, los riesgos legales pueden llegar a tener un gran impacto en la estrategia de negocio, por eso, al gestionarlos es posible prevenir y mantener el control de reclamaciones o sanciones que pueden darse por el no conocimiento o incumplimiento de normativas o por un inadecuado manejo contractual.
El riesgo legal es un riesgo multilocalizado debido a que afecta a diferentes entornos. De acuerdo a la práctica europea, los principales tipos de riesgo son los siguientes:
• Corporativos: Son fruto de la naturaleza y estructura legal de la organización. Son los riesgos fiscales, los de responsabilidad civil, ausencia de documentación, penales, etc.
• Riesgos de activos: Tienen que ver con la protección del valor de los activos tangibles e intangibles.
• Los riesgos legales contractuales: Son riesgos asumidos voluntariamente por la firma de contratos, errores en los contratos, incapacidad de la empresa de cumplir lo pactado, cancelación de contratos, etc.
• Riesgos de litigio: Están relacionados con la resolución de disputas en tribunales, fruto de demandas y conducta de empleados.
• Riesgos constitutivos: Aparecen en el momento de la constitución de la sociedad. Afecta a la denominación de la empresa y a la regulación del tipo de empresa.
• Los riesgos territoriales: Aquí se encuadran tratados, sentencias vinculantes, normativas, etc.
• Riesgos extintivos: Son riesgos legales relacionados con concursos, quiebras y liquidaciones.
Existe además un marco relativamente común de riesgos entre las PYMES de América Latina. En el trabajo se tomó como muestra las experiencias de países como México y Colombia que clasifican los riesgos de la siguiente manera:
• Riesgos Legales con uso de marca y patentes
• Riesgos Legales fiscales
• Riesgos Legales Penales
• Riesgos Legales en las contrataciones (Mercantil y Laboral)
• Riesgos Legales con los proveedores
• Riesgos Legales con clientes
Los riesgos legales en el escenario cubano
En el caso de Cuba los ejemplos de riesgos legales más frecuentes son:
• Sector de la alimentación podría enfrentar sanciones administrativas por o contra los consumidores.
• Sector de la construcción, podría enfrentar sanciones por incumplimientos de la normativa de prevención de riesgos laborales o infracciones en materia de subcontratas, así como en materia urbanística. En casos más graves, podría verse inmersa en un delito contra la ordenación del territorio y el urbanismo o contra los recursos naturales y el medio ambiente.
En todos los casos, y por tratarse de ámbitos que afectan a prácticamente todas las empresas, podrían incurrir en riesgos legales como:
• Riesgos Legales en la Contratación Económica (establecer relaciones mercantiles sin rubricar contratos, suscribir contratos por personas no autorizadas a firmarlos, lo que sin duda puede anular el instrumento jurídico).
• Riesgos Legales en la Contratación Laboral (los contratos laborales no reflejan la realidad del vínculo entre el trabajador y el empleador).
• Riesgos Legales en la obtención de los permisos y autorizaciones necesarias para realizar determinadas actividades económicas o comerciales y su posterior incumplimiento (sociedades mercantiles del sector de la alimentación incumplimientos de las normas sobre seguridad alimentaria, nutrición, inocuidad de los alimentos, podría cometer en un delito contra la salud pública).
• Riesgo Legal por nulo desarrollo o desempeño del Órgano de Fiscalización y Control
¿Cómo evitar los riesgos legales?
Los modos de evitar los riesgos legales pasan por la interrelación de distintos elementos:
• Asesoramiento legal.
• Levantamiento de riesgos.
• Acciones de autocontrol.
Resulta de vital importancia para un efectivo control de riesgos legales contar con un asesoramiento que pueda acompañar al empresario en todo momento. No se concibe en el mundo de hoy una empresa, ya sea micro, pequeña, mediana o una gran empresa sin asesoramiento jurídico, su vulnerabilidad es ostensible y evidente ante el resto de la sociedad y el mundo. Las posibilidades de cometer errores graves son mayores.
No es posible el éxito sin realizar un correcto levantamiento de riesgos el cual debe de atemperarse a las características de cada empresa. No puede ser el mismo levantamiento de una empresa de teneduría de libros que el de una empresa textilera o de belleza. Los puntos débiles son diferentes, hay por obligación que profundizar en los posibles escenarios de conflicto para la empresa. Por lo tanto, es necesario identificar los riesgos y diseñar un modelo de prevención y enfrentamiento para gestionarlos.
Nuestro país, aunque tiene la ventaja que no existe una dispersión legislativa para el tema de las sociedades mercantiles privadas, si tiene riesgos legales que son regulados por varias normas. Esto obliga sin dudas al nuevo empresariado cubano a contar con un asesoramiento legal eficaz, no solo en materia penal, sino además en áreas de práctica como mercantil, laboral y de propiedad industrial por solo citar algunos.
Es muy común que los órganos de fiscalización y control de las mipymes no jueguen el papel para el cual fueron diseñados, se perciben errores que transgreden varias normas en ocasiones por desconocimiento o por falta de una alerta eficaz.
El legislador al diseñar las sociedades mercantiles cubanas las crea con dos pilares fundamentales: el Órgano de Administración y el Órgano de Fiscalización y Control, lo que en algunos casos no ha sido completamente entendido y que nos está poniendo a relieve de que es el Órgano de Fiscalización y Control que por su propia naturaleza tiene un papel directo en este programa de gestión de riesgos.
Esta instancia funciona como una especie de contrapeso al Órgano de Administración. Sin embargo, no todas las MIPYMES o Sociedades Mercantiles Privadas Cubanas le han dado la debida importancia a este órgano. Tomando en cuenta lo antes expuesto, resulta de vital importancia la aplicación de la gestión de los riesgos legales en las Sociedades Mercantiles Privadas Cubanas, por sus beneficios en el orden penal, económico, laboral, mercantil y financiero para sus implicados.